Los cristianos alcanzaban ya la frontera del río Guadiana . Desde las torres del castillo de Ahmed-ben-Alí podían verse los pendones del Reino de León y aún podían distinguirse los brillos y resplandores de los escudos y armaduras de aquellos fieros soldados . Los leoneses ya habían tomado Albalá ; los zamoranos , Aljucén ; y los asturianos no habían pasado de Alcuéscar . Pero , allá por el siglo XIII , las tropas mandadas por el Maestre de Alcántara , don Arias Pérez , se aprestaban a cruzar el río y a instalar sus reales en el campo que hoy se llama de La Serena . El moro Ben-Alí admiraba con tristeza las numerosas tropas cristianas , y en su fuero interno , bien seguro estaba de no poder resistir el empuje de los leoneses . Emplazado en una almena de la fortaleza , el jefe moro obsevaba los movimientos de los ejércitos enemigos y veía , con lástima , como uno tras otro iban cayendo todos los castillos de sus parientes y amigos . Mas antes de rendir el castillo , Ben-Alí estaba dispuesto a dejarse la vida en el campo de batalla . "Antes muerto que esclavo:antes muerto que vencido" , se decía mientras ordenaba a todos sus vasallos que colocaran los arneses a sus cabalgaduras , que afilasen sus cimitarras y que hicieran sonar los timbales de la guerra. Cuando todo estuvo listo para la batalla , Ben-Alí hizo llamar a su hija Leyla y la dijo --"Leyla , he de marchar a la batalla sin saber si he de regresar . Te encomiendo que defiendas el castillo como si de tu propia vida se tratara , y dejo aquí cuarenta hombres , los mejores que tengo . Que Alá esté contigo".--. Y diciendo esto , salió por la puerta de la fortaleza seguido de los abanderados , los clarines , los timbales de guerra , y ciento veinte soldados armados hasta los dientes. No hubo lugar , porque la enseña de la Cruz de Alcántara venía guarnecida por tres mil cristianos vestidos de punta en blanco , con sus corazas , sus escudos y sus aceros toledanos . Las riberas del Guadiana se tiñeron de sangre y allí perecieron todos los moros , que inflamados de ardor guerrero , habían partido aquella mañana en busca de la muerte y la gloria . Los cristianos , mientras estaban retirando los cadáveres sarracenos , dieron con Ben-Alí , muerto y cruzado por cuarenta saetas . Don Arias Pérez ordenó que se le cortara la cabeza y se le sacaran los ojos , y después que se verificó la muerte , mandó que cuatro esclavos moros llevaran el cuerpo del moro a la fortaleza : toda su intención era desmoralizar a los pocos guerreros que hubieran quedado en el castillo . Cuando Leyla recibió los despojos de su padre , comenzó a llorar y recordó las palabras de su progenitor , y ordenó a sus guardias que aprestasen todo para la defensa del castillo . No tardaron en llegar las huestes leonesas , y al cabo de unos días , la fortaleza y Leyla estaban padeciendo el asedio cristiano . El Maestre de Alcántara no podía soportar la inactividad y no esperaba que los moros se rindieran tan fácilmente . Una y otra vez atacaba las murallas , pero los hombres del castillo se defendían con vigor . Don Arias podía ver la figura de un guerrero vestido con sedas y joyas , que animaba a sus soldados con la furia de un titán y blandía la cimitarra como si del mismo Almanzor se tratase . Corrieron los días , pero el castillo no se entregaba . Desesperado , don Arias arengó a sus tropas y les dijo que de ese año de 1229 no pasaba la conquista de aquél bastió . Los soldados comprendieron perfectamente las palabras de su capitán , porque tal día no era otro que el 31 de diciembre de 1229 , y por tanto , no había plazo : la fortaleza habría de caer esa misma noche . El Maestre ideó una añagaza y ordenó que todos los caballeros , a lomos de sus corceles , tomaran antorchas y se acercaran por un extremo al castillo : mientras , amparados en la oscuridad , los infantes asaltarían la muralla por el otro lado . Así se hizo , como mandó don Arias : los jinetes formaron hilera y se acercaron cautelosamente a las torres...cuando los moros descubrieron las luces , los cuarenta guardias que quedaban se fueron a proteger aquel flanco , al tiempo que los infantes cristianos entraban sin resistencia por el opuesto. La toma del castillo fué rapida y contundente , porque todos los moros fuerom degollados o muertos a espada en aquella defensa . Los cristianos abrieron las puertas y don Arias pudo entrar en la ansiada fortaleza . Leyla había oído el clamor de sus hombres , pero segura de la derrota , no quiso abandonar su alcoba y continuó con la cena que una esclava suya le había aderezado .Desde sus salas podía escuchar las espuelas de los cristianos y también pudo escuchar a don Arias , que gritaba : --"Buscad al guerrero que mandaba el castillo , buscadlo"--. Estaban ya muy cerca de la alcoba donde cenaba Leyla y ésta podía distinguir claramente las voces de los cristianos , revolviendolo todo y convirtiendo el castillo en despojos del reino musulmán . Ordenó a su sirvienta que le trajera las armas y los vestidos de guerra , y se aprestó para la última batalla . Cuando estuvo preparada , tomó su daga y la enterró en su corazón . La sangre brotó´tiñendo de rojo las sedas y el oro . ---"Amarga cena"-- dijo al morir . Cuando don Arias irrumpió en la sala , pudo ver al "guerrero" que yacía muerto en el suelo , y una joven sirvienta que lloraba a su lado . Ordenó que nadie profanara su tumba , que tomaran el cuerpo de Leyla y que los doce caballeros mas fuertes de su tropa velaran el cadaver hasta el amanecer , y que después lo enterrarían. Los lugareños afirman que el nombre de Magacela , en la actual provincia de Badajoz , se debe a las ultimas palabras de Leyla : "Amarga cena".
1 comentario:
Mi amiga de Cantabria, ya pido disculpas por tanto tiempo que te he tenido olvidada, te habia perdido en mi libreta, pero muchas veces pensaba...cómo se llamaba la de Santander? y buscar entre más de 400 nombres quien eras, se me hizo largo. Procurare en lo sucesivo no volverte a perder.Santas fiestas
Recibe mi ternura
Sor.Cecilia
Me has dado una gran alegría con tu visita
GRACIAS
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