lunes, 29 de noviembre de 2010

Juan de la Cosa




Nació en Santoña, Cantabria. A partir de 1492 participó en siete viajes y expediciones al Nuevo Mundo. Cristóbal Colón le ofreció que participara con su nave Santa María en su primer viaje al Nuevo Mundo. Descubiertas las nuevas tierras, la Santa María se hundió y Colón le acusó de impericia; sin embargo, la Corona le indemnizó por la pérdida. En su segundo viaje (1493-1496) Colón volvió a contar con él como piloto mayor y la misión de trazar el mapa de las tierras que visitaran. Partieron de la bahía de Cádiz y descubrieron las islas Dominica, San Juan de Puerto Rico, Montserrat, Guadalupe y otras. A su regreso recorrió las costas del Cantábrico, para fijar poco después su residencia en el Puerto de Santa María. El tercer viaje (1499-1500) lo hizo como primer piloto de la expedición de Alonso de Ojeda, en la que participaba también Américo Vespucio. Desembarcaron en la isla Margarita y recorrieron el litoral de Venezuela desde Paria hasta el cabo de la Vela. En España realizó el primer mapamundi en el que aparecían las tierras descubiertas. Hecho para los Reyes Católicos, está dibujado sobre dos pergaminos unidos, que en conjunto miden casi dos metros por uno. Está construido sobre una red de rosas de los vientos unidas por rumbos, con el trópico de Cáncer como eje; carece de graduación y fue ricamente decorado con pan de oro, colores y abundantes figuras de barcos y personajes míticos o religiosos. Puede ser considerado el mapa patrón en que se resumía la más ajustada representación del Mundo y del que los cosmógrafos sacaban las cartas de navegación para uso de los pilotos en viajes posteriores. En el cuarto viaje (1501-1502) partió como primer piloto de la flota mandada por Rodrigo de Bastidas. Recorrieron las costas de Tierra Firme, llegaron al golfo de Urabá, al puerto de Retrete y a Nombre de Dios, en el istmo de Panamá. En 1502 regresaron a España, y la reina Isabel premió sus servicios nombrándole alguacil mayor de Urabá, por Real Cédula de 2 de abril de 1503. Fue en ese año cuando permaneció un breve tiempo encarcelado en Portugal, ante cuya corte presentó la reclamación española por la actuación de los barcos portugueses fuera de su demarcación. El quinto viaje (1504-1506) lo hizo al mando de una expedición de cuatro buques para vigilar las costas de tierra firme hasta el golfo de Urabá. En 1507, se le encargó la vigilancia de las costas españolas desde el cabo de San Vicente hasta Cádiz, para apresar cualquier navío portugués que volviera de América. El sexto viaje (1507-1508) lo realizó con Bastidas. La reina Juana I la Loca le confirmó en su empleo de alguacil mayor de Urabá, a título hereditario. En 1509 tuvo lugar el último viaje al mando de un navío y dos bergantines rumbo a Santo Domingo, al encuentro de Alonso de Ojeda, que había sido nombrado gobernador de la Nueva Andalucía. Medió entre Ojeda y Diego de Nicuesa, que se disputaban los límites de sus gobiernos en tierra firme. Inició una expedición de conquista con Ojeda, a quien propuso la fundación de una colonia en la costa del golfo de Urabá sin hostigar a una tribu asentada en el emplazamiento de la actual Cartagena de Indias. Ojeda, desoyendo el consejo, optó por atacar a los indios. De la Cosa cayó abatido por flechas envenenadas el 28 de febrero de 1510.













domingo, 28 de noviembre de 2010

Entrada especial de blog .- Carta que Ricardo Portabales Jr. envía diariamente al Gobierno . Publicada aquí con el permiso de Ricardo.



Esta carta que envio diariamente a presidencia del gobierno y al ministerio del interior os contara algo un saludo y gracias de todo corazon por aceptarme.



Me dirijo a ustedes con el fin de que nos ayuden por el mal trago que estamos pasando la familia Portabales.



La familia Portabales somos una de las más protegidas y amenazadas de muerte de este país, por este motivo me dirijo a ustedes para que tomen cartas en el asunto y no se haga más montaña de un grano que quieren hacer tanto periodistas como chupópteros de toda clase.

Solo les pido por favor que nos ayuden ya que vinimos a Madrid escoltados con uñas y dientes por las fuerzas de seguridad del estado, cuatro niños pequeños que éramos mi padre y mi madre, por todo ello, estuvimos conviviendo todos estos años escoltados y amenazados como les decía, y ahora de buenas a primeras nos echan a la calle sin ninguna explicación, bueno solo nos dicen que como las arcas del estado se han resentido tenemos que abandonar nuestro domicilio y el poco dinero que nos daban nos lo quitaban.

¿Como comemos? ¿Donde vivimos? ¿Que hacemos? estamos muy preocupados queremos coger un abogado y ni dinero nos han dejado queremos ir a la corte suprema a donde sea por que no es justo lo que han echo con nosotros, con mi familia.

El ministerio del Interior nos trajo para Madrid por orden de Baltasar Garzón ya sabemos que tiene muchos problemas y nosotros no queremos añadir mas leña al fuego pero tienen que hacer las cosas bien, aunque sea un piso de protección oficial y algún dinero para empezar nuestras vidas por que cayó en nuestras manos una cinta sin quererlo, por que aun tenemos amigos periodistas, y escoltas que nos apoyan y en esa cinta se decía que un dinero destinado a la familia Portabales para rehacer sus vidas fue cobrado al portador en la cuenta de un Juez. Eso no es justo perdimos nuestra casa de Galicia nuestros trabajos tras la Operación Necora Mago Pinton y muchas mas que se produjeron en España, y ahora nos pagan con esta moneda de echarnos así a la calle cuando otros se llenan los bolsillos, nos es justo se que hay gente que lo esta pasando muy mal, pero ese muy mal también lo estamos pasando nosotros, encima de quitarnos todo tenemos que ir a pedir. Nos dieron todo nos trajeron para Madrid y nos trataban como a marqueses mientras les interesó, ahora nos dejan desamparados y en la calle. ¿Es que no hay Justicia? por favor ayúdennos yo perdí toda mi infancia y mis hermanos también siendo muy pequeños en vez de jugar con otros niños no nos dejaban salir del chalet de donde nos tenían escondidos y jugábamos con los escoltas aprendíamos a desmontar metralletas pistolas ha utilizar la radio a conducir y muchas cosas mas todos estos años nadie se preocupo de las secuelas que nos podrían acarrear todo aquello en vez de ir a colegios venían profesores particulares a casa pero del miedo que tenían ya no volvían claro al ver a los hombres escoltados en la puerta del chalet y con las metralletas al hombro y cuando sobrevolaba un helicóptero los escoltas nos decían meteros dentro de la casa y acurrucaros y cerrar todas las ventanas mientras ellos apuntaban con sus metralletas hacia el cielo al final detenían al helicóptero y se trataba de periodistas, parece de película lo sé, pero es mi vida, y es muy dura.

Con el paso de los años yo no aguantaba mas y me fui y los escoltas me decían ten cuidado aun me lo dicen por que de los muchos que han pasado por mi familia muchos aun son buenos amigos y nos llaman para preocuparse y nos dicen que no es justo lo que han echo con nosotros. Esto les salpicara en la cara, pero aun pueden arreglar las cosas.



Por favor ayúdennos. echan a la calle a mi madre con 60 años sin trabajo todos estos años escoltados nos prepararon el DNI falso a todos nosotros, pero nada mas y encima muchos de los inspectores de policía que venían a casa incluso algún político que otro, bueno… muchos han venido, ahora tienen cargos muy importantes en ministerios y ni siquiera nos ayudan después de los servicios prestados a España y dar la vida por España por algunos señores del Gobierno ¿así nos pagan...? les daré mas detalles cuando me llamen.



Atentamente y perdonen las molestias:



Ricardo Portabales (Hijo)

http://www.diariodealcala.es/articulo_c/general/1408/la-historia-de-los-hijos-de-portabales

jueves, 25 de noviembre de 2010

La mano horadada de Alfonso VI

Como se sabe , Alfonso VI se vio obligado a huir de León ante la persecución de su hermano Sancho de Castilla . El ambicioso Sancho deseó siempre , desde la muerte de su padre don Fernando , ser el único e indiscutible rey de los territorios cristianos de Castilla y León , para lo cual puso precio a la cabeza de Alfonso y asedió las ciudades de Zamora y Toro . Aterrorizado por la violencia de Sancho , don Alfonso partió hacia Toledo y se entregó a los moros , de los cuales esperaba acaso más benevolencia que de su propio hermano . En la maravillosa ciudad del Tajo , Alfonso encontró asilo en el palacio de Al-Mammún , el cual , lejos de mantenerlo como cautivo , le ofreció todas las comodidades posibles : le destinó grandes salones tapizados , un jardín hermoso y varias jovenes moras con las que pudiera entretenerse . De paso , Al-Mammún consideraba que tener en el palacio al heredero de Castilla podría proporcionarle algún beneficio : no descartaba , por ejemplo , que Alfonso se tornara ambicioso y que ayudara a los moros a derrotar a su hermano Sancho . Pues bien , en esta situación se produjo un hecho que ha quedado entre las leyendas mas famosas de la historia de España : se ha recogido en numerosos libros , ha sido motivo de dramas y romances , y se ha tenido como una prueba de valor y serenidad en el rey Alfonso . Se trata de la leyenda de la mano horadada. El caso es que en cierta ocasión se hallaba don Alfonso en su jardín , complacido en la belleza de las plantas y las flores . Estando en tan ameno lugar , llegaron hasta èl las voces de unos moros que discutían acaloradamente . Volvióse don Alfonso para oír mejor lo que decían , pero no podía escuchar con claridad los argumentos . Mandó a las moras que le dejasen solo y avanzó por la rosaleda hasta un diván , en el extremo del jardín . Allí , escondido tras una celosía enramada , pudo oír a Al-Mammún , que debatía con otros moros ciertos asuntos de guerra . La preocupación máxima de los moros por aquella época era el portentoso avance de los cristianos , y algunos sarracenos dudaban de la capacidad de la ciudad de Toledo para resistir las embestidas de Castilla . Al-Mammún suponía que colocar varias guarniciones en los montes cercanos sería suficiente para frenar a los cristianos , pero un árabe viejo y sabio proponía disponer todas las fuerzas en el interior de la muralla. De pronto , este viejo árabe interrumpió su discurso y señaló el lugar donde estaba don Alfonso escondido , y desde donde había escuchado toda la conversación . ---Ese perro infiel nos ha espiado---dijo un capitán , dispuesto a sacar su cimitarra . Rodearon todos la celosía dispuestos a matar allí mismo al heredero de Castilla , pero cuando se plantaron ante él , vieron que don Alfonso estaba profundamente dormido en el diván . Al-Mammún , dijo que no había nada que temer , porque el cristiano estaba dormido y nada había escuchado : bastaba con retirarse a otra sala y seguir deliberando sobre las cuestiones de la defensa de Toledo . Pero el viejo árabe levantó su mano derecha y dijo : ---Callad--- y mirando con gesto cómplice a sus amigos , añadió-: derramaremos plomo fundido en su mano , y veremos . Esperaban todos que don Alfonso , si estaba despierto , saltaría del diván pidiendo clemencia , pero , aunque en realidad lo había oído todo , permaneció tranquilo y ni un solo músculo de su rostro se movió. Aún así , Al-Mammún no estaba convencido y ordenó que se le trajera el plomo fundido , cosa que hizo al momento . Ya podía sentir don Alfonso el calor de la fragua cerca de él , pero no hizo el menor movimiento ni sus facciones expresaron el más mínimo temor . Al-Mammún tomó con cuidado la mano de don Alfonso y éste cedió tranquilamente , como hace quien está verdaderamente dormido y soñando con los ángeles . Con cruel lentitud , el jefe moro cogió el plomo fundido y dejó caer una gota sobre la mano del prisionero . Al momento , don Alfonso se despertó , preguntando : ---¿Que hacéis? ¿Aprovecháis el sueño de un hombre para torturarlo de este modo? ---. Así que los jefes árabes quedaron convencidos de que don Alfonso verdaderamente estaba durmiendo y que no había escuchado nada acerca de la defensa de Toledo . Los moros pidieron disculpas a su huésped y curaron la herida tan bien como pudieron , aunque ya para siempre la mano del rey de Castilla tuvo la marca del plomo fundido . Al poco tiempo , se supo en Toledo que Sancho había muerto en el cerco de Zamora , y don Alfonso pidió a Al-Mammún que le otorgara la libertad , cosa que hizo el moro inmediatamente . Tal vez pueda resultar sorprendente que aquel moro liberara a su prisionero , y más cuando iba a ser coronado rey . De modo que el sarraceno le entregó cuatro caballos y dos sirvientes y dejó que don Alfonso regresara a su patria . Después , el desterrado fue coronado rey con el nombre de Alfonso VI , y tras el memorable suceso de la Jura de Santa Gadea , prosiguió con la Reconquista . No olvidó don Alfonso cuanto había escuchado tras aquella celosía , y mirando la herida de su mano recordaba todos los detalles de la defensa de Toledo . Por esta razón , el rey conocía todos los entresijos de la fortificación y la disposición de las tropas moras en la ciudad . Al cabo de poco tiempo , en el año 1085 , el rey de la mano horadada entraba en Toledo , dando nuevas glorias a Castilla y León.




viernes, 12 de noviembre de 2010

Don Alonso Pérez de Guzmán en la Torre de Tarifa




A duras penas podía don Alonso contener el ímpetu de los moros : por un lado y por otro acosaban a los cristianos de Tarifa , y a pesar de la heroica defensa de la ciudad , el capitán temía que muy pronto los sarracenos tomarían la fortaleza . Don Alonso Perez de Guzmán se hallaba en su alcoba pero no podía dormir , desde su torre podía ver los fuegos del campamento enemigo y aún pensaba que en cualquier momento los moros aparecerían sobre sus corceles salvajes y que atacarían una vez más su ya maltrecha ciudad . Así había pasado muchas noches , esperando el asalto definitivo , pero los infieles siempre esperaban hasta el amanecer y entonces los soldados de uno y otro bando se enfrentaban cruelmente . Si los moros eran osados en el asedio , los cristianos no les andaban a la zaga . Se fundía plomo , se calentaba aceite , se apilaban las rocas , se aguzaban las espadas y las lanzas , se tensaban los arcos . Toda la noche era febril agitacion en el castillo , esperando el nuevo asalto sarraceno , pero los días pasaban y Tarifa no se rendía . Sin embargo , don Alonso estaba ahora amargado , los moros habían raptado a su joven hijo y lo tenían preso en el campamento . Los vasallos le habían dicho que el muchacho había cometido una imprudencia y que había salido del castillo solo , con la intención de matar al caudillo sarraceno . Las noticias en este punto eran confusas y hubo quien aseguró que ciertos espías lo habían atrapado dentro de la propia fortaleza . ¿Que importaba ya? . Lo único cierto , lo único verdadero era que su hijo estaba en poder del enemigo y que su vida corría peligro . Apenas lograba recordar don Alonso las heroicas proezas de otros tiempos . La amargura por la pérdida de su hijo aumentaba en la consideración de la triste vida que le había concedido el destino , siempre con el escudo preparado , siempre con la lanza en ristre , siempre acuciado por las intrigas políticas , siempre yendo de un lugar a otro , sin paradero ni alegría .! Si entre los moros acechaban algunos cristianos! . !El mismo infante don Juan ayudaba a los sarracenos ! !El mismo hermano del rey lo asediaba tan fuertemente! . Por fin clareaba , la noche había pasado , y en el campamento sarraceno había gran agitación , los moros iban de un lado para otro dando voces y llamando a Alá constantemente . Don Alonso imaginó que en aquella tienda púrpura y blanca estaba su amado hijo , la única esperanza de su vejez , el único honor de su casa . Quién sabe si en aquel precioso amanecer una daga traidora se hendiría en su pecho o si una cimitarra violenta le cortaría el cuello . Acaso cometieran la infamia de ahorcarlo frente a la torre de Tarifa , para dar más pena al padre.--!Basta de penas!-- ,gritó don Alonso en su alcoba . --!Ah de la casa! ¿No hay nadie que vele en el castillo cuando su señor esta despierto? !Los míos , los míos! !Preparad los calderos de aceite hirviendo ! !Aprestad las armas ! !Hoy verán esos perros con quién se están jugando la vida ! . Aún estaba el sol rojo en oriente cuando el castillo bullía en actividad frenética , las mujeres preparaban el condumio , los hombres hacían sonar sus armas , los niños apilaban rocas en la muralla los capitanes disponían los turnos y las escuadras , los viejos martilleaban en los yunques y afilaban las espadas....El mismo don Alonso estaba en la torre observando el campo enemigo . Para su desgracia , los musulmanes no hacían preparativos de guerra . Bien al contrario , se podían ver algunos soldados reunidos en corros , como si estuvieran en tiempo de paz , unos parecían conversar amigablemente , otros jugaban a los dados y otros dormían como perros al sol . Sólo , de tanto en tanto , se reunían los capitanes en la famosa tienda adornada con los colores púrpura y blanco . Pronto comprendió don Alonso que aquel día no habría batalla y que los sarracenos pretendían que Tarifa se rindiera por el dolor de un padre , esperaban seguramente que don Alonso se arrastrara como una prostituta para pedir la liberación de su hijo , que se humillara ante ellos y que rindiera la plaza a cambio de la vida de su vástago . Al fin , desde el campamento musulmán salieron diez hombres de a caballo . Entre siete soldados ataviados con ropas nobles a la usanza mora iban los caballeros principales , allí venía con aire soberbio don Juan , al que los tarifeños llamaban "el perro " , y el famoso caudillo árabe cuyo nombre no se debe pronunciar . Entre ambos , sobre un caballo negro y con las manos atadas , venía un muchacho joven...apenas quince años tendría , con el semblante serio y la mirada fija en la torre . Desde este lugar lo observaba su padre , con los ojos nublados por las lágrimas , allí llegaba su hijo amado , lo único que en la vida le quedaba . Llegó la comisión mora a los pies del castillo y don Alonso apenas podía contener su furia . Así habló el infame sarraceno : --!Tú , Alonso Pérez de Guzmán , llamado "el bueno" , aquí tienes a tu hijo ! ! Te decimos que entregues la plaza de Tarifa o tu hijo morirá ! . Don Alonso escuchaba en lo alto de la torre y miraba a su hijo , que con ojos llorosos pedía clemencia a Dios . Entonces , el heroico defensor de Tarifa tomó una daga de su cintura y con gesto de desprecio se la lanzó al sarraceno , diciendo : --Ahí tienes mi puñal : mátalo si es tu gusto , pero Tarifa no se rinde . Y se volvió a sus aposentos , donde lloró amargamente . Don Alonso Pérez de Guzmán , llamado "el bueno" , murió poco después , en el año 1309 , habiendo dejado en la historia amplio y venerado recuerdo .




sábado, 6 de noviembre de 2010

Las capas pardas






Hace mucho tiempo vivía en la antigua ciudad de Zamora un hombre piadoso , honrado y querido por sus vecinos . Tenía por oficio el ser molinero y solía trabajar en una de las "aceñas" o molinos de agua que hay junto al rio Duero . Habitaba este hombre una casa pobre , cerca de la iglesia de San Claudio de Olivares , en los extramuros de la ciudad . No pasaba domingo ni celebración sin que el buen molinero se acercara a la iglesia para rezar fervorosamente al Santísimo Cristo de Olivares , dándole gracias por los beneficios que le concedía y pidiendo favores para su familia y sus convecinos . La figura del Cristo es una pobre talla de madera , esculpida con poco arte , y en vez de flores , adornan el Calvario algunos cardos secos y una calavera . Tanta era la devoción que el molinero tenía por su Cristo que se empeñó en hacerlo desfilar en la Semana Santa , del mismo modo que se hacía con otras figuras y pasos de las iglesias zamoranas . Pidió consultas al obispo y viendo éste que la intención era buena y que no había ningún motivo para rechazar su pretensión , autorizó que se sacara el Cristo de Olivares en procesión el miercoles , a la caída de la tarde . Convocó el molinero a sus vecinos y les comunicó la buena noticia , pero fueron pocos los que quisieron acompañar al Cristo a esas horas tardías , cuando el viento hiela los huesos y es más agradable el fuego y el vino . De modo que llegado el miercoles santo , los devotos alzaron en hombros la figura y salieron del templo . Como era noche cerrada y hacía un frío de mil demonios , los feligreses tomaron sus capas , llamadas de Aliste o alistanas , porque en esa parte de Zamora las utilizan los pastores para protegerse de las inclemencias del tiempo . Así íban los veinte o treinta cofrades , ataviados con sus pobres capas pardas y llevando en andas al triste Cristo , que crujía sobre sus hombros. Al subir por la Cuesta del Mercado , ya dentro de las murallas , esperaban los zamoranos ver la nueva procesión , de la que se llevaba hablando algunos días en las plazas y los corrillos . Pero he aqui que todo fueron burlas al ver tan triste congregación , con aquellas raídas capas pardas del pueblo , con aquel Cristo sin flores y tan pobremente esculpido . Durante todo el recorrido tuvieron que soportar las mofas y las chanzas de los zamoranos , que se reían abiertamente de la mísera comitiva . Ya volvían los cofrades a su iglesia, cuando al pasar junto a la Catedral , sin que nadie tocara las campanas , éstas comenzaron a dar a muerto y a oficio de difuntos . Grave fue la sospresa de todos los habitantes de la ciudad , que hincaron sus rodillas ante el Cristo y pidieron humildemente perdón por su malvada conducta . Desde entonces , la cofradía del Santísimo Cristo de Olivares fue una de las más respetadas y un piadosos silencio puede observarse a lo largo de todo su recorrido . La congregación de las capas pardas dejó de desfilar cuando el molinero pasó a mejor vida y la tradición se perdió durante algún tiempo ; después , se recuperó ya en el siglo XX , imitando aquel desfile procesional . Sus cofrades van ataviados con las ásperas capas alistanas , muy poco utilizadas en la actualidad , y portan candeleros , hacen sonar lúgubres carracas y un cortejo musical cierra la procesión . Las campanas de la torre del Salvador vuelven a tocar a muerto cada Miércoles Santo . La Semana Santa de Zamora pasa por ser una de las mas importantes de España , en parte porque algunas de sus cofradías se remontan a los siglos XV y XVI ; en parte porque los grupos escultóricos , o pasos , poseen una calidad artística indudable ; y en parte porque es conocido el fervor y el respeto de los ciudadanos en los desfiles procesionales .